sábado, 23 de agosto de 2008

Integración de América Latina

Uno de los temas a ser abordados desde la red es la integración económica, política, social y cultural de los pueblos latinoamericanos.
Para ello quería rescatar algunas posturas de Juan Pablo II, el Papa de nuestra generación, que no se cansaba de hablar de la globalización de la solidaridad. Cuando nos decía en su documento Ecclesia in America de que
estamos llamados "no sólo a promover una mayor integración entre las naciones, contribuyendo de este modo a crear una verdadera cultura globalizada de la solidaridad, sino también a colaborar con los medios legítimos en la reducción de los efectos negativos de la globalización, como son el dominio de los más fuertes sobre los más débiles, especialmente en el campo económico, y la pérdida de los valores de las culturas locales en favor de una mal entendida homogeneización."

El Cardenal Sodano, Secretario de Estado de Juan Pablo II en el 2001, dirigiendose a la Asamblea General de la OEA, afirmaba:

La unificación de los mercados puede ofrecer grandes oportunidades de progreso y bienestar a todos los Países del hemisferio, si la eliminación de las barreras comerciales es concebida como una consecuencia natural de la fraternidad americana, que busca sinceramente la superación de estrechos egoísmos nacionalistas, y no como una ocasión de asegurar las ventajas de los sectores económicos más fuertes.

En tal sentido, se debe insistir en la centralidad del hombre - de cada hombre y mujer singular - en cualquier proceso político o económico, como recordaba recientemente el Santo Padre, al afirmar que "el discernimiento ético en el marco de la globalización debe basarse en dos principios inseparables. El primero es el valor inalienable de la persona humana, fuente de todos los derechos humanos y de todo orden social. El ser humano debe ser siempre un fin y nunca un medio, un sujeto y no un objeto, y tampoco un producto comercial. El segundo es el valor de las culturas humanas, que ningún poder externo tiene el derecho de menoscabar y menos aún de destruir...[La globalización] Debe respetar la diversidad de las culturas que, en el ámbito de la armonía universal de los pueblos, son las claves de la interpretación de la vida..."(Juan Pablo II, Discurso a la Academia Pontificia de Ciencias Sociales, 27 de abril de 2001).

La integración regional, para que sea realmente útil al progreso de la dignidad y de los derechos del hombre, e inclusive para su propia consolidación y permanencia, no puede prescindir de la constante búsqueda de las "garantías sociales, legales y culturales...necesarias para que las personas y los grupos intermedios mantengan su centralidad" y para no "destruir las estructuras construidas con esmero, exigiendo la adopción de nuevos estilos de trabajo, de vida y de organización de las comunidades" (ibid).

En fin, espero sirvan estas citas, para comenzar el debate, para que los miembros de la red comencemos a escribir en el blog como pensamos a nuestra región integrada.

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